Estuvimos de ruta por el caminito del rey y reservamos en este restaurante que tiene muy buena pinta.
Las vistas al pantano son muy bonitas, en plena naturaleza pero la comida tiene mejor pinta de lo que saben.
Los platos son demasiado abundantes, con buena presentación pero que finalmente si quieres probar un par de platos resulta demasiado pesado.
El pulpo a la brasa me lo sirvieron demasiado churruscado y se cargaron el sabor.
Otra pega que tuvimos es que al estar en plena naturaleza las moscas resultaron muy desagradables, la verdad que sin eso hubiese sido más agradable la estancia.
Un sitio que si estás por la zona, está muy bien para comer carne a la brasa. También hay el plato típico de los montes de Málaga y una ensaladas de frutas enormes, para mi demasiado exageradas y es una pena porque siempre nos sobra. Mejor cualquier carne a la brasa que el plato de los montes para mi gusto, que va con morcilla de Burgos y no me pega para nada. En general buena relación calidad precio. Los postres normalitos.
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